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 Una novela atrapante

“EL ATAJO” DE LYDIA CARRERAS

Por Juan Ignacio Luppi y Lucca Pagnotta

Lydia Carreras nació en la ciudad de Rosario en 1949, donde vive y trabaja. Tiene cuatro hijos, es profesora de Inglés y tiene un instituto desde hace treinta y tres años. Diez años atrás, comenzó a escribir cuentos para adultos mientras asistía a talleres literarios. Menciones, algunas selecciones en antologías y un par de primeros premios en concursos locales, dentro ya de la literatura infantil y juvenil, la animaron a participar en el certamen de la editorial Edelvives por el premio Ala Delta en 2006, con Las cosas perdidas. Obtuvo el primer premio y, al año siguiente, consiguió el premio Alandar con El juramento de los Centenera, de la misma editorial. Esto encaminó definitivamente su vocación de escribir

En El atajo de Lydia Carreras, la historia se divide en dos partes. La primera parte nos presenta a Candela, una adolescente que, tras una discusión más con su madre, decide abandonar su hogar sin un destino claro. En un boliche, conoce a Marcia, una brasileña carismática y atractiva. Tras una conversación, Marcia le ofrece a Candela hospedarse en su departamento. A pesar de ser pequeño, para Candela, que proviene de una villa y vive en constante carencia económica, el lugar le parece un lujo. Además, Marcia le facilita encontrar un trabajo temporal y le presta dinero, permitiéndole a Candela probar una vida diferente, alejada de la villa, una vida que no quiere abandonar. Sin embargo, sabe que no puede quedarse indefinidamente como invitada de Marcia, quien estudia medicina en Rosario mientras su familia reside en Brasil.

Un punto crucial llega cuando la madre de Marcia enfrenta un problema y ella debe viajar a Brasil. Le propone a Candela que la acompañe, asegurándole que su familia le dará trabajo en Brasil, y cuando regresen, tendrá suficiente dinero para vivir donde quiera. Candela acepta la oferta.

Aquí comienza la segunda mitad del libro, en el capítulo titulado "El atajo", que narra el cruce de la frontera hacia Brasil por un camino ilegal, ya que Candela no tiene la documentación necesaria. Es en este punto cuando Candela descubre, demasiado tarde, que ha caído en una trampa. Su ingenuidad al creer en un atajo hacia una vida mejor la convierte en víctima de una red de trata y prostitución. Se da cuenta de que escapar de esa situación es casi imposible y que la posibilidad de liberarse es ínfima, casi inexistente. La autora demuestra una gran habilidad al llevar al lector a través del mismo engaño que sufre la protagonista: es tan fácil caer en la trampa que el lector también se deja llevar, confiando en todo. Cuando finalmente comprendemos lo que realmente está sucediendo, es demasiado tarde, y la posibilidad de escapar de esa mafia criminal parece casi imposible, dependiendo de héroes imprevistos y casualidades milagrosas. La historia refleja la cruda realidad de muchas chicas que caen en estas redes, de las cuales la mayoría nunca logra escapar.

Creemos que es una novela impactante y muy bien escrita que nos dejó una profunda impresión. La autora maneja con maestría temas difíciles y actuales, como la trata de personas y la búsqueda de una vida mejor, de una manera que es tanto conmovedora como reveladora. La trama es absorbente y los personajes están muy bien desarrollados, especialmente la protagonista, Candela, cuya lucha y desilusión se sienten genuinas y desgarradoras. Recomendamos este libro a cualquier lector que busque una historia potente y emotiva que no solo entretiene, sino que también ofrece una mirada crítica sobre realidades difíciles.

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